Confundida.
Triste.
Maldita sea la melancolía que me acompaña.
Estos son los días, en los que miro al cielo y es simplemente azul.
Maldita sea porque no me gusta sentirme así.
Triste.
Confundida.
Y junto con esos pensamientos, que no quiero convertir en palabras, ni siquiera quiero que sean letras.
¿Qué puedo hacer Dios mío?
¿Debería irme y así poco a poco olvidar ?
¿Habrá acabado mi tiempo aquí?
Estoy sola y sin consejo.
Ayúdame Tú que nunca me has desamparado.
martes, 9 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
suerte en la elección, un abrazo
ResponderEliminar